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jueves, 12 de mayo de 2016

Susurros Nº 45

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FERNANDO SOTO APARICIO

El lunes 2 de mayo de 2016, falleció el escritor colombiano Fernando Soto Aparicio,
había nacido en Boyacá en 1933. Sus novelas fueron inspiradas, principalmente, por
los conflictos sociales que han marcado la historia de Colombia. La rebelión de las
ratas fue una de sus máximas obras, con la que logró reflejar las luchas sociales que se
vivían en los años sesenta en el país y que le significó en 1962 el premio Selecciones
Lengua Española.
Con Los bienaventurados recibió el Premio Nova Navis, España (1969) y con Viva el
ejército se llevó el Premio Casa de las Américas, La Habana (1970). Igualmente, fueron
destacadas obras como Mientras llueve (1966), Viajes al pasado (1970), Puerto Silencio
(1974) y Camino que anda (1980).
perdió su lucha contra un cáncer que lo aquejaba desde hacía meses, a sus 83 años dejó
este mundo con mas de 70 obras escritas, entre novelas, obras de teatro, ensayos,
artículos periodísticos.
“Un libro no nace de la inspiración, sino de la disciplina”, aseguraba. Por eso trabajaba
incansablemente. “Soy un hombre disciplinado para el trabajo. Para mí, la página en blanco
es una invitación a una fiesta, decía.

Susurros Nº 44

LA LITERATURA SERÁ SOMETIDA A ESCRUTINIO

Para Martin Andersen-Nexo

Bertolt Brecht

Aquellos que han sido colocados en tronos dorados
para escribir
tendrán que responder por aquellos que
tejieron sus abrigos.
No por sus elevados pensamientos
serán sus libros sometidos a escrutinio, sino que
cualquier frase común y corriente que sugiera
algo acerca de aquellos que tejían abrigos
será leída con atención, pues quizás contenga
rasgos de ancestros famosos.
Literaturas enteras
ajustadas a las más selectas expresiones
serán examinadas en busca de señales
de que los revolucionarios también vivieron bajo
opresión.
Las súplicas a los seres inmortales probarán
que en ese entonces los mortales sojuzgaban a
otros mortales.
La deliciosa música de las palabras sólo hablará
del pan que les faltaba a tantos.

Susurros 43

Musa eterna


Manuel Mosquera - Perú

Caminaba en amena conversación con Góngora
sobre antiguos cantares
cuando del interior de una
añeja copla cantada
por mujeres planetarias
apareció dentro de una estrella
tu imagen de mar y cordillera
y miramos tu numen doloroso
"he ahí­me dijo él­la fuente de agua cristalina"
y te busqué
por cada una de las estaciones
de la alegría y el dolor
en el espejo de las luciérnagas
en los recuadros del alba
miré a través de los catalejos
de viejos marineros
y zozobré ante tu mirada de luna nueva

viernes, 26 de junio de 2015

Susurros Nº 42

Los vecinos nunca sospechan la verdad

Oscar Collazos (Cuento - 1974)

Es verdad: los vecinos nunca sospechan la verdad: se encierran en sus conciliábulos, son herméticos en sus conjeturas, carecen de imaginación,  no  van  más  allá  de  los  detalles  ni  se  detienen  en  las sospechas.  Los  vecinos  son,  por  naturaleza,  torpes.  Hacen  daño  o causan beneficios irrisorios sin llegar a ser inofensivos. Casi siempre la prudencia es una de sus virtudes: cuando salgo de casa quieren decirme (o hacerme caer en cuenta) que hablan de mí, que sus voces bajas tengo que oírlas y de ahí sus gestos grandilocuentes, sus dedos índices visibles, sus bocas torcidas de desprecio, sus espaldas dándome a la cara. En verdad: los vecinos no tienen la menor idea de la clandestinidad, de la conspiración, de las sutilezas o la inteligencia creadora,  son,  este,  son  —cómo  decirlo—,  son  casi  siempre  como cacatúas  alborotadas,  hasta  el  momento  de  prender  los  noticieros de  la  tele,  de  darse  a  la  tarea  de  hablar  más  alto  que  el  locutor  y de anunciar en coro los mismos productos de belleza. Los vecinos: es verdad, son impacientes, quieren darlo todo en un segundo, no entienden  de  sobreentendidos,  son  evidentes,  literales,  como  un texto de lectura, son: despreciablemente ingenuos y es así como, en el momento monos pensado, son incapaces de calcular qué pasa en el segundo piso, por qué este ruido de disparos penetra por algún lugar del edificio y lo llena de ecos extrañísimos, por qué estos gritos desgarrados, por qué esta fuga de tres hombres en uniforme que han venido en la mañana a perturbar mi casa, a escarbarla sin ninguna prudencia. Los vecinos, siempre lo dije, no pueden llegar a sospechar del  momento  en  que  muera  abatido  por  doce  disparos  de  pistola, ahogado en mi propia sangre y en mis gritos. Los vecinos, es verdad, no  pueden  entenderlo,  menos  el  momento  en  que  en  el  segundo piso alguien grita «me matan» y un silencio ignominioso presagia el nacimiento de un nuevo terror. Es entonces cuando son incapaces de salir a la calle (miran, celosamente, detrás de las persianas, detrás de las hendijas de alguna puerta desvencijada, detrás de alguna celosía que se abrió para espiar los pecados de la calle, los adulterios de enseguida, las borracheras de-al-lado, las palizas del ferroviario, los deslices de la adolescente que cursa tercer año de comercio y mecanografía), los vecinos: es verdad, nunca podrán medir la dimensión del crimen del segundo piso ni sacar de la noticia leída algo más allá de ese texto que dice: «Misteriosamente muerto un joven de veinte años en su residencia del barrio San Antonio de la ciudad de Cali cuando ingería licores

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miércoles, 1 de abril de 2015

Revista Susurros Nº 41

La Habana, el arte y la cultura

El pueblo colombiano, sigue con mucha expectativa y con gran esperanza, los diálogos que se desarrollan en la Habana, Cuba, entre una delegación de gobierno nacional y representantes de las FARC-EP, en la búsqueda de ponerle fin al largo conflicto armado que ha vivido Colombia en los últimos 60 años.

Diferentes delegaciones, en representación de los más variados sectores de la población víctimas de ese conflicto, han pasado por la mesa de negociación, invitados por las dos partes en diálogo, para que expongan sus visiones y propuestas de soluciones, que se aplicarán en la etapa que sigue y que se ha dado en llamar, el post-acuerdo.

Sin embargo, el sector del arte y la cultura ha brillado por su ausencia en estos importantes diálogos. Desconocen las dos partes en negociación, el gran número de escritores, poetas, pintores, artistas, pensadores, etc., que han sido asesinados por pensar diferente, o que tuvieron que salir del país para proteger sus vidas, antes las amenazas de los diferentes actores del conflicto.

Es necesario pues, que el tema del arte y la cultura, se agende como un punto importante en la mesa de negociación, si pretendemos construir escenarios abiertos, polifónicos y democráticos, donde hombres y mujeres artistas, creadores y pensadores, se vinculen a los procesos de construcción de la paz con justicia social, como actores fundamentales en el período del post-acuerdo y que no solo sean tenidos en cuenta como elementos decorativos de los escenarios donde se publicitarán los acuerdos logrados.

domingo, 8 de febrero de 2015

Revista Susurros Nº 40





Falleció Helena Araujo, escritora colombo suiza

Ella cruzó el quicio que todos los seres vivientes pasamos para encontrar el silencio vacío de la eternidad en el día de ayer, en Lusana, Suiza. Hace parte de las primeras mujeres que enfrentaron con seriedad y tesón la tarea de hilvanar deseos, frustraciones y sueños zurcidos con palabras. Nos legó una obra significativa que ya tiene su propio espacio en la literatura colombiana; iniciando en 1 970 con La “M” de Las Moscas, Signos y Mensajes, en 1 976; Fiesta en Teusaquillo, en 1 981 ; La Scherezada Criolla, 1 989; Ardores y Furores, 2003; Las Cuitas de Carlota 2007; Esposa Fugada Y Otros Cuentos Viajeros, 2009. Su obra ha sido traducida al inglés, al francés y al alemán.

Nació el 20 de enero de 1 934, en Bogotá. Hija de Alfonso Araújo García y Emma Ortiz Márquez. Tuvo una infancia trasterrada por varios países, entre los que se encuentran Brasil y EE.UU., consecuencia de que su padre era diplomático. A la edad de 1 5 años terminó su secundaria en Washington en La Immaculata High School, luego inicia sus estudios universitarios en la universidad de Maryland, 1 949, para continuar en la Universidad Nacional de Colombia. Contrajo matrimonio con Pierre Albrecht de Martini, unión de la cual nacieron cuatro hijas: Priscilia, Giselle, Nicole y Joselyne, con quienes viajó a Suiza en 1 971 , instalándose en Lausana. Fue profesora universitaria en la Universidad Popular de Lusana donde enseñó literatura y cultura  latinoamericana, tema que le permitió participar en Europa en distintos seminarios y publicar en revistas especializadas. Fue una amiga de Vericuetos y colaboradora ocasional, publicada en francés. Ahora recuerdo La Blessure en el número 5.

En reconocimiento a su obra literaria recibió el premio Platero de las Naciones Unidas; la Alcadía de Lusana y la Embajada de Colombia en Berna, le hicieron un homenaje; la Comisión Presidencial de Colombia por la Igualdad de la mujer hizo lo mismo en el 2009.

En una ocasión que la visité en Suiza, hablando de muchas cosas, me planteaba que sentía cierta discriminación por parte de algunos colegas colombianos, por el hecho de ser una escritora. Poetas y escritoras, siempre que tiene contratiempos en los quehaceres literarios, caen en la manía de achacar todas su penurias a la discriminación de género. Como esto no tiene asidero, le planteé los enojos desde una visión irónica que tengo del problema, empezando porque los escritores colombianos no se leen entre sí, ni mucho menos aplauden la buena obra ajena, sino que se montan guardia pretoriana para vigilarse; además, porque viven en capillas para incensarse en misa mayor, entonces no tienen espacio para el otro. También porque a veces se respira cierto tufillo de resistencia al escritor ahasvero, por aquello de los celos que producen las innovaciones de las letras trasterradas. Manifestó su acuerdo agregando anécdotas bogotanas y de las otras. Luego nuestra conversación viró sobre la novela Carretera al Mar, y el libro de cuentos Dos Lucas Tres Gambas del escritor Tulio Bayer, comprometiéndome a enviarle los dos textos, asunto que nunca cumplí porque para ese entonces no existían en parte alguna. Concluía que serían los efectos de que el autor fue el primer exiliado político en París del actual conflicto colombiano.

Helena, sinceramente hablando, era una mujer de cualidades, que considero oportuno no hablar de ellas, sino presentarles a sus familiares mi más profundo sentimiento de condolencia, porque su conciencia ha dejado de existir.

Efer Arocha , París, febrero 3 de 201 5

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lunes, 10 de noviembre de 2014

Susurros Nº 39 - Noviembre 2014

Editorial

La placa de la indignidad nacional

Que en pleno siglo XXI, todavía, haya príncipes y princesas, es una bofetada al progreso de la humanidad, a la sangre derramada por instaurar regímenes democráticos y por sacar a las sociedades de la oscuridad del feudalismo y llevarla a la luz del desarrollo y de la ciencia, pero que, el Alcalde de Cartagena, en una muestra de lambonería monumental, le ofrezca una placa a los príncipes de Gales, en donde se le rinde un homenaje a los miles de ingleses que en 1741,
murieron tratando de invadir la ciudad, es el colmo de la genuflexión y una muestra de la indignidad nacional.

En 1741, 190 barcos ingleses, treinta mil hombres, entre los que se contaban cuatro mil mercenarios norteamericanos, al mando de Lawrence Washington, hermano medio de George, durante tres meses, sitiaron la ciudad de Cartagena, convencidos de que iban a implantar una colonia británica es estas tierras dominadas por los españoles, pero no contaron con la resistencia heroica de un pueblo de negros, indios y españoles que al mando de ese medio hombre que era
Blas de Lezo, llevó a la muerte de más de ocho mil ingleses, y los obligaron a partir en retirada con el rabo entre las patas. De ese gesto de resistencia de negros, indios y españoles, Cartagena, tomó el nombre de “Ciudad Heroica”.

Que bien le cae al Alcalde de Cartagena y a su sequito de lambones, este verso del Tuerto López:

Fuiste heroica en los años coloniales,
cuando tus hijos, águilas caudales,
no eran una caterva de vencejos.

Y sorprende el silencio nacional ante este acto de indignidad protagonizado por las autoridades de Cartagena.

Susurros No 38 - Septiembre de 2014

Susurros Nº 38
Editorial

Avanzan en la Habana las negociaciones entre el gobierno y las FARC. Como nunca antes, se vislumbra una solución política al largo conflicto interno vivido en Colombia, es un proceso complejo que está rodeado de grandes y poderosos enemigos, los que se han beneficiado de tantos años de guerra, los que han desplazado sus alambradas, sacando a la fuerza a sus vecinos, los que han aumentado su patrimonio a la sombra del conflicto. También están las víctimas, los trabajadores y campesinos que han padecido todos estos años de represión, de violencia, de asesinatos, de desplazamientos y quienes cansados de tanta barbarie, quieren y apoyan la firma de un acuerdo que le ponga fin al conflicto.

Amplios sectores de la sociedad se han movilizado apoyando estos diálogos. Los campesinos, los estudiantes, los obreros, las mujeres, las víctimas, se han expresado y manifestado sus propuestas alrededor de estas negociaciones, que sin dudas, si se llegan a concretar, le cambiarán la cara al país.

Los intelectuales, con algunas excepciones, han brillado por su ausencia, parece que este momento histórico que vive el país no tuviera ninguna relación con ellos, es necesaria la construcción de un movimiento cultural amplio, incluyente, que sea los ojos, los oídos y las voces de nuestra realidad y que se una a los otros movimientos sociales que hoy luchan en Colombia contra la iniquidad, la desigualdad social, la explotación de nuestro patrimonio cultural, biológico,
natural y sobre todo, se requiere de una intelectualidad que sea factor importante en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación.

Los intelectuales colombianos no pueden ser simples espectadores de este proceso que avanza, deben ser actores fundamentales, por eso, es necesario, que su voz también se escuche en la Habana.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Susurros Nº 37



El horror de Gaza


Cada determinado tiempo, el ejército israelí, uno de los más sofisticados del mundo, lanza una operación militar contra territorio palestino, con el pretexto de acabar con los “terroristas” y cada vez, lo que consigue, es aumentarlos. Pero Israel, que lo menos que le preocupa es la cantidad de terroristas, también aumenta su territorio, corre sus fronteras un poco más adentro de Palestina y así, hay más Israel y menos Palestina.

Esta vez, el plan lleva un nombre rimbombante: “operación margen protector”. Con el pretexto de unos cohetes caseros lanzados por Hamas, cohetes que no han causado ningún muerto en el lado israelí, el gobierno de Israel desata una verdadera carnicería que ha dejado hasta el momento, 1850 muertos, la mayoría civiles y de los cuales más de 900 son niños. Además, decenas de colegios, hospitales, edificios de apartamentos, infraestructura civil, han quedado convertidos en ruinas.

¿Qué desbarajuste mental hace que un pueblo que vivió el horror del holocausto perpetrado por los nazis, hoy, sea capaz de aplicar los mismos métodos de exterminio contra otro pueblo hermano?

¿A nombre de qué Dios se puede someter a un pueblo indefenso a una barbarie como la que está sucediendo en Gaza?

No hay, no habrá nada que justifique esta masacre y es por eso, que más judíos de todo el mundo, comienzan a manifestarse en contra de las acciones militares emprendidas por los gobernantes de Israel.

sábado, 19 de julio de 2014

El gol es el orgasmo del fútbol.

Como el orgasmo, el gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna.
Hace medio siglo era raro que un partido terminara sin goles: 0 a 0, dos
bocas abiertas, dos bostezos. Ahora, los once jugadores se pasan todo el
partido colgados del travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo
para hacerlos.
El entusiasmo que se desata cada vez que la bala blanca sacude la red puede
parecer misterio o locura, pero hay que tener en cuenta que el milagro se
da poco.
El gol, aunque sea un golecito, resulta siempre
goooooooooooooooooooooooooool en la garganta de los relatores de radio,
un do de pecho capaz de dejar a Caruso mudo para siempre, y la multitud
delira y el estadio se olvida que es de cemento y se desprende de la tierra y
se va al aire.

Eduardo Galeano
El fútbol a sol y sombra


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